Un mal día lo tiene cualquiera, pero no debe dejar que influya y pierda el control de las emociones en el trabajo. Por eso, es muy importante demostrar autocontrol en la gestión de la ira o la agresividad. No haber pegado ojo por culpa de los vecinos. Los mismos atascos de todos los días para llegar al trabajo. Una reunión en la que has intervenido con comentarios no demasiado acertados. A lo larg...