El servicio de consultor y asesor para empresas tiene una serie de características que lo diferencian de otros servicios. Además, el profesional necesita habilidades precisas para garantizar un servicio de calidad.
Quienes nos dedicamos a la consultoría y al asesoramiento profesional somos conscientes de que el cliente hará una evaluación continua de nuestro servicio. Como esta hay otras particularidades que nos gustaría destacar:
— Es intangible. El asesoramiento y la consultoría para empresas no se materializa en el momento de ofrecer el servicio, sino en las decisiones que afectan a las empresas y las consecuencias que se derivan de ellas.
— Necesita una colaboración estrecha con el cliente. El asesor tiene que estar en contacto continuo con el interlocutor de la empresa y convertirse en una figura de confianza para dar un buen servicio.
— Se produce en tiempo real. El asesoramiento y la consultoría son labores especializadas y personalizadas que no es posible producir y ofrecer luego. Esto hace que debamos ser exigentes para ofrecer un servicio de calidad en cada respuesta.
— El grado de satisfacción resulta subjetivo. Muchas pautas o decisiones no tienen consecuencias inmediatas o un impacto cuantificable, por lo que la valoración del servicio se ve condicionada por la amabilidad, el tiempo de respuesta o el nivel de expectativas del cliente.
Por estas peculiaridades concretas del servicio de asesoramiento y consultoría para empresas creemos que el profesional debe mostrarse cercano y accesible, tener una gran capacidad de reacción y comprensión, a la vez que dominar las competencias técnicas de nuestro campo.
El proceso de evaluación continua y el trabajo de todo lo mencionado nos hará garantizar un servicio de calidad y conseguir la fidelización del cliente.